Servicios de música en streaming hay muchos, aunque usualmente siempre son un par de sospechosos habituales los que se llevan la mayoría de los usuarios. También estamos quienes no nos conformamos con utilizar un único producto o aplicación y tenemos música y listas de reproducción esparcidas por varias plataformas.
Para ese tipo de personas Harmony es una excelente solución. Es un reproductor de música ligero, minimalista y multiplataforma para escuchar tu música de Spotify, Soundcloud, Google Play Music, Deezer, y The Hype Machine en un solo lugar.
Harmony es compatible con Windows, Linux y macOS. Es sumamente simple y perfecto para integrar de momento los seis servicios musicales mencionados. Para agregar tus cuenta de cada plataforma debes iniciar sesión con cada una de ellas para que el reproductor puede acceder a la información sobre tu música y listas de reproducción.
La versión para Linux se integra con el menú de audio en el panel de indicadores, y todas soportan el scrobbling de Last.fm. Harmony tiene un tema oscuro y uno claro, puedes intercambiar fácilmente entre uno y otro presionando la combinación de teclas CTRL+D.
En el caso de Spotify y Deezer ya que la API de ambos servicios solo permite acceder a la metadata y no a la música, Harmony lo que hace es buscar el resultado más cercano en YouTube y ese es el audio que te ofrece. Harmony no es gratuito, pero puedes usarlo sin ninguna restricción sin comprar la licencia, la única molestia es que constantemente aparece una ventana emergente indicando que lo compres. La licencia es un pago único de 15 dólares.
Excepcionalmente ligero
Spotify tiene aplicaciones de escritorio para todas las plataformas, y aunque no consumen muchos recursos, si lo comparamos con la ligereza de Harmony, se ve mucho más demandante. Es una buena opción si tienes un equipo con muy pocos recursos y buscas ahorrar en donde sea. Cuando lo probamos en Windows, Harmomy no alcanza los 30 MB de RAM mientras reproduce música.
El programa está escrito en Electron y vanilla JS. Fue creado por un programador francés de apenas 17 años que está trabajando en la app desde 2016, y promete hacer open source el código si no logra actualizar el programa por más de 6 meses.